Toda esta casona afrancesada, de techos altos e interior en tonos pastel, despide aroma a mantequilla: son los mejores panes y pastas de la ciudad. Si tienes suerte (o reservación) podrás sentarte en el patio, de paredes blancas y discretos motivos florales. Los muebles vintage con detalles modernos crean un aire bucólico. La carta está compuesta por cocina italiana con toques mexicanos, aquí nada de clichés. Hacen uso de ingredientes –sobre todo marinos– medianamente desconocidos, en recetas como las que cocinaría una abuela italiana, con destellos de la creatividad únicos de la chef Elena Reygadas. Ella estudió en Londres, donde por un lustro amaestró el arte de la gastronomía en el restaurante Locanda Locatelli. Muy seguramente la verás al visitar el lugar, pues tiene la hospitalaria costumbre de pasear entre las mesas para platicar con los comensales. El menú cambia frecuentemente para ajustarse al clima y a los ingredientes estacionales. Sin embargo, te recomendamos, de entrada, la burrata o las flores de calabaza al tempura rellenas de queso ricotta, y para plato fuerte, sus risottos (los mejores del DF), que puedes acompañar con la amplia variedad de vinos tintos, blancos, rosados y espumosos que el restaurante ofrece. A pesar de las modificaciones del menú, la clientela del Rosetta es constante, pues ya es fama que cualquier platillo que pidan será sencillo, pero delicioso. El ambiente es completamente amistoso en las tardes y muy romántico en las noches. Eso sí, h
La celebración de San Valentín en la Ciudad de México llega hasta los sartenes de los chefs. Diferentes platillos salen de la cocina para deleitar a las parejas que desean sorprender a su media naranja con un platillo único.
Ya sea que encontraron el sabor ideal en uno de los mejores postres o simplemente decidieron acudir porque era un restaurante romántico, las opciones culinarias no encuentran límite. Elige tu preferido y haz reservación.
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