Bares y antros para amantes del diseño en la CDMX

Es todo lo que dice su nombre: un cuarto tiki, cuya temática evoca la cultura de las islas polinesias con cocteles exóticos. Walter Meyenberg (Hanky Panky, Huset) y sus socios son las mentes detrás de este concepto. De pies a cabeza el lugar es una invasión tropical que te recibe con un aloha plasmado en el mural, lámparas de bejuco y cortina elaborada con conchitas de mar; las decoraciones y mobiliario provienen de talentos mexicanos.

Tiene Awolly Rooms: en la primera planta y como espacios multifuncionales, están Calypso, Malawi y Gili; la terraza Tigre es la cereza del pastel con tapices tanto elegantes como exóticos. Cada una de estas distintas personalidades están a cargo de graus + Dirk Jan Kinet Interiors. Las llamadas "máscaras de alambre" colgando son de los artistas mexicanos David Miguel Herrera y Pablo Cobo.

Para entrar, tienes que atravesar el jardín y pasar por la fuente iluminada con antorchas. Una vez adentro, la decoración de terciopelo en tonos profundos –como los de las piedras preciosas–, el bronce y la madera oscura te envuelven en una atmósfera cálida y sofisticada. Hay una impresionante barra de mármol de siete metros, donde la estrella de la mixología, Mica Rousseau, seduce con sus cocteles.

El estilo es un manifiesto a la época de la prohibición, donde lámparas y candelabros emanan una tenue luz reflejada entre espejos desgastados. Sillones negros y aterciopelados para el área lounge y una barra que abarca todo un costado del lugar, la tirada Gatsby en su máxima potencia se asoma conforme te adentras.

Toma asiento en una silla ancha, sexy, roja y con remaches color bronce. El lugar tiene lámparas minimalistas, luz baja, un espejo en el que se refleja todo lo que sucede en la barra y una especie de altar a Coley, en medio de un librero a medio llenar. Una carta más de Walter Meyenberg, quien apostó por el dinamismo de las noches secretas en la ciudad.

Una propiedad tribal y urbana envuelve al antro, pues está pensado y diseñado para simular una galería de arte donde cada muro fue intervenido por artistas mexicanos en diferentes técnicas. Letreros neón, diseños con grafiti, una pared trabajada con cincel y un pasillo cubierto por libros viejos son algunos elementos que rompen con las normas de un antro bajo lienzos industriales y sin chiste.

Un techo cubierto de pequeñas luces LED y una bola disco para resaltar la pista de baile. Los letreros neón alrededor del lugar son puntos ideales para una gran foto. Entre sillones y espejos de época, una barra con instrumentos musicales detrás y el sinfin de juegos de luces, Janis te introduce a lo que será una larga noche de fiesta. 

Todo el trabajo de carpintería, diseño y equipamiento en la barra, las repisas y el acomodo eléctrico del local lo hizo Khristian de la Torre, uno de los personajes más brillantes de la escena de la coctelería nacional. Es casual con un toque elegante en tonos maderosos e infinitas botellas de vidrio.

De la mano de un despacho de arquitectos, la decoración es contemporánea retomando el look barroco con tapicería, cortinas grandes y su emblemático techo de cristal que se torna en un juego de luces de acuerdo a la música. Aproximadamente cada tres meses se renueva la decoración para ofrecer una nueva experiencia sin alterar la esencia del lugar: la elegancia y originalidad.

Entrar es como si te subieras a un barco pirata, o tal vez parezca la mansión inglesa de un acaudalado amante del safari. La combinación entre la naturaleza, lo rústico y lo contemporáneo lo notas en los libreros, las lámparas estilo africano, las enredaderas, los letreros de neón “feel the panic” y dance like a flamingo”, y el asomo de varios animales inmóviles.

El nombre de este bar te explica lo que te espera, un interiorismo que te recordará al depa de un amigo listo para agarrar la fiesta, con todo y tornamesa en la sala y luces tenues que te incitan a quedarte durante horas discutiendo sobre los artistas en los discos de vinil; cada elemento de Departamento está pensado para despertar tu calor hogareño e íntimo.

En cuanto entre la noche y el calor de los tragos, baja a la pista y acércate a la tornamesa que envuelve el área con beats de música electrónica. A un costado se ilumina la barra entre el reflejo de botellas y la luz azul sobresaliendo ante los cuadros tridimensionales de madera. Arriba está la terraza envuelta en paredes de ladrillo y focos colgantes para otorgar un estilo de jardín casual.

Fresco tanto en propuesta de diseño como del menú; Gin Gin es el hogar de todos los cocteles que aspiran más allá del gin & tonic, trayendo bebidas que se disfrutan entre enredaderas, focos colgantes y mesas para parejas o grandes grupos de amigos.