Nativo Taller Gastronómico, cocina mexicana contemporánea en Planco
Foto: Alejandra Carbajal

Restaurantes y cafés en Polanco

Las mejores opciones para comer y tomar café en esta zona de la CDMX

Escrito por
Time Out México editores
Publicidad

Polanco es una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México. Puedes visitar desde tiendas exclusivas, museos en Polanco; el museo Soumaya, uno de los más importantes de la ciudad por su impresionante arquitectura, galerías en Polanco para conocer artistas veteranos y emergentes o dar una vuelta por el parque Lincoln

Las opciones no terminan ahí, si estás en el mood fiestero visita los mejores antros y bares en Polanco o alguno de los 15 lugares imprescindibles de Polanco que seguramente no te decepcionarán. 

Pero lo más importante es la hora de la comida, así que si andas por la zona y te ruge el estómago, no dudes en visitar alguno de los lugares de esta lista. 

Recomendado: Los 50 mejores restaurantes en la CDMX

Dónde salir a comer en Polanco

  • 3 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Japonesa
  • Polanco
  • precio 1 de 4

La modalidad de este restaurante es la de una comida corrida, pero al estilo japonés, como sus dueños que siempre están al pendiente de la calidad de los alimentos. Es un lugar pequeño por lo que a la hora de la comida estará muy concurrido por oficinistas de Polanco; además de ser muy económico, la comida tiene el sabor tradicional de Japón. Para ordenar es muy sencillo. En el mostrador frente a la entrada encontrarás los guisados del día para que selecciones. Puedes elegir de dos paquetes lunch, uno con arroz blanco al vapor y otro con yakimeshi (arroz frito con verduras), en esos paquetes puedes incluir desde uno a tres platillos y sopa; por ejemplo, puedes elegir un paquete de yakimeshi con un guisado y sopa miso por 75 pesos. Los platillos para los paquetes van variando, puedes encontrar desde una carne de res con verduras, hasta unos camarones fritos en salsa de rábano picante, los sabores son cuidados ya que las recetas son auténticas japonesas, aunque a veces podrás encontrar algún platillo más tropicalizado y picante. Las sopas generalmente son de miso, aunque también podrás probar alguna de berenjena; son de sabores fuertes, reconfortantes y sobre todo nutritivas. También puedes ordenar un tazón de arroz, el guisado o una ensalada (verde o de papa) por separado y para beber tienen calpis natural (bebida fermentada) y té de cebada llamado muguicha. No pueden faltar los rollos tradicionales de Japón, tienen de atún o de salmón, de pepino o huevo o un futomaki, también

  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Polanco

Ekilore hace referencia a la "flor del sol" o eguzkilore, un cardo que crece en territorios del país Vasco y, según las leyendas antiguas, se cree que protege contra malos espíritus y brujas al colocarla en la puerta de las casas.  Convenientemente, este restaurante cambió su ubicación, del norte de la ciudad al nuevo sitio, a un lado del Centro Vasco, en Polanco. Su gran barra de pintxos, las vigas de madera y letreros en euskera asemejan una taberna vasca. “Todos los que entran a esta casa, se vuelven de esta casa” nos explican que versa el mensaje sobre la barra de la entrada y es cierto. El chef Pablo San Román se pasea entre las mesas contagiando su buen ánimo e invitando a probar algo que difícilmente encontrarás en México: sidra de manzana servida del tonel. Para llegar al barril hay que bajar a la cava, en el sótano del restaurante. Al abrir la llave sale el chorro de sidra a presión y debes formar tu vaso para probar esta bebida que no es como las sidras comerciales; si te gusta la kombucha, tiene cosas parecidas, con esa efervescencia natural y un suave sabor fermentado. Acompáñala de unas croquetas de chipirones en su tinta, que además del sabor intenso, son súper vistosas por su color negro.  En Ekilore el chef vuelve a las recetas de su pueblo con platos potentes en sabor, como el chuletón de vaca vieja o el pescado a las brasas al estilo Orio: una gran pieza de pescado con la salsa vasca preparada con ajo, perejil, cayena, vinagre y mucho aceite de oliva de bue

Publicidad
  • 5 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Polanco

Tras algunas modificaciones estructurales y de equipo a través de los años, este restaurante con un jardín zen en la CDMX consolida su posición como uno de los lugares más auténticos para disfrutar de la comida japonesa. El espectacular Yoshimi, ubicado dentro del Hyatt, solo puede ser calificado así. Yoshimi significa “persona de buen corazón”, y sin duda podemos ver ese concepto reflejado en cada involucrado en este proyecto. Cada pieza, tela, madera y escultura está elegida para representar los límites tradicionales y modernos con los que coquetea el espacio. Tras 30 años de historia, desde cuando el Hyatt aún era el hotel Nico, contribuyó en gran parte al estándar de popularización de lo típico japonés en México. La chef Miriam Moriyama, originaria de Argentina y una de las pocas sushiwoman del mundo (única en la Ciudad de México) se asoma esporádicamente entre los pasillos. Puede que tengas la fortuna de topártela y que te recomiende sus favoritos del menú. En un mundo donde hasta muy recientemente se creía que la temperatura corporal de las mujeres afectaba la preparación del pescado, ella aprendió desde muy joven técnicas culinarias de la compañía de su madre; desde este momento se dedicó a recolectar sus referencias favoritas donde mantiene estructuras tradicionales con toques tropicalizados. Para empezar pedí un maki. Tenía todo lo que podía esperar y más pero decidí, una vez más, ponerme en manos de las recomendaciones del día. Si ya estoy en la cocina de una de las

  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Cafés
  • Polanco

Si soltaste las lágrimas cuando se fue la panadería Boulangerie 41 de la Condesa, te tenemos grandes noticias. Ahora encuentras sus delicias en esta cafetería en Polanco.   Conejo Blanco cree en la magia, como el conejo que sale del sombrero o como la que ocurre cuando un croissant se transforma en el horno hasta que aparecen las deliciosas capas del hojaldre, un truco que aquí ocurre cada mañana. Pero llegar a este nivel no fue arte de magia, los asesoró el chef panadero Peter Yuen, campeón de concursos internacionales de croissant.  ¿Sabes qué sucede cuando se cruzan un croissant y un muffin? obtienes uno de los panes más virales del momento; al que sus creadores, panaderos australianos, bautizaron como “cruffin”. Ellos son las estrellas que harán que te detengas si los ves en la vitrina de Conejo Blanco. Según el botón de crema que los adorna por encima vas a saber el sabor del relleno. Hay de nutella, dulce de leche y (mi nueva obsesión) el de guayaba, más los que se suman cada temporada.  Al pedir recomendaciones para acompañar mi pan, me contaron que el purple latte (con extracto de lavanda hecho desde cero) es una de las bebidas más pedidas, tan popular que no lo encontré disponible, pero lo bueno es que siempre habrá café. En mi visita tenían dos perfiles que consiguen directamente con los productores, sin intermediarios. Uno de Oaxaca y uno de Chiapas. Probé 一porque nunca lo puedo dejar pasar一 un flat white, muy balanceado. Luego, siguiendo sus sugerencias y porque h

Publicidad
  • 3 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Estadounidense
  • Polanco
  • precio 3 de 4

No encontrarás afuera a los T-Birds aparcados en sus autos, pero sí a Danny Zuko en su forma de hot-dog. Le llaman el galán de los jochos. Llegué con hambre y con el escepticismo de encontrarme un restaurante más, con el estilo pin up de siempre. Lo que encontré: un lugar bien llevado en la temática y con precios justos. Simula un cine muy pequeño, aunque el aroma a hamburguesa, papas fritas y cubiertos chocando con platos dan otra señal. En el pasillo de la entrada hay una línea de tiempo; con las películas más emblemáticas del último siglo, por ejemplo: Ciudadano Kane, Psicosis, Rebeldes sin causa, Grease, Cazafantasmas, Volver al futuro y hasta Star Wars. Subes por las pequeñas escaleras y te espera el Rey del Rock & Roll, listo para cantar mientras comes. El lugar te envuelve en su atmósfera retro, rolas del Rey del Pop, mesas, sillas y lámparas que te sumergen en un capítulo de los Supersónicos. El clima en la ciudad es lluvia, calor, frío y de nuevo calor, así que la decisión de tu bebida es difícil, pero la mejor opción es la malteada de crema irlandesa. Para compartir ordena el ghostbusters, trae de todo, así puedes pensar en lo que más te guste. A la salsa de alitas que menos pica le llaman síganme los buenos, y si te quieres poner verde, pídelas con salsa hulk. ¿Te gustan las hamburguesas? Pide la retro –la especialidad de la casa– y cambia tus papas por unas de gajo. El danny zuko lo sirven con guacamole, frijoles porky's y puedes cambiar tus papas también. Antes d

Belfiore
  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Polanco
  • precio 4 de 4

En la Poética, Aristóteles define la catarsis como un recurso para purificar emocionalmente al público de una tragedia. Tras experimentar miedo o tensión ajenos por medio del drama, el desenlace permite al espectador salir relajado de sus problemas. Tengo la teoría de que la gastronomía –el arte de preparar una buena comida–, puede tener el mismo efecto; que existen platillos que, bocado tras bocado, logran sublimar y desvanecer cualquier preocupación… por lo menos hasta que se acabe el postre. Esto, claro, no es nada sencillo. Belfiore, en Polanco, logra esta experiencia. Contrario a otros lugares italianos enfocados en ofrecer cocina casera que haría la nonna, o a los de corte de fusión, Belfiore apunta hacia una carta que ofrecería un restaurante en la botita de Europa. La grandeza de sus platillos radica en la simplicidad de los ingredientes. Destacar uno solo es un reto incumplible. Las protagonistas de la mesa son las pastas: ejemplos de magnificencia culinaria, perfectamente al dente y servidas en abundancia. Tres recomendaciones: el fusilli con berenjena, queso ricotta y jitomate, el risotto con corazones de alcachofa y parmesano, y el penne al horno con alcachofa y aceite de trufa. Otro acierto del restaurante son las pizzas al horno. Nuestra favorita es la de arrabbiata y salchicha italiana, con un toque picante en la salsa, queso mozarella y aceitunas. El lugar rompe –por suerte– con el estilo del área. Sus techos bajos crean una atmósfera íntima, que a su vez se e

Publicidad
  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Polanco

El chef Jorge Vallejo de Quintonil, uno de los más reconocidos del país, es ciclista. Y fue justo su amor a la bici el origen de su más reciente apertura en Polanco. Luego de impulsar la llegada de The Service Course, una tienda de bicis y artículos ciclistas, vino su próxima aventura gastronómica, la cual se divide en Aúna Café y Aúna restaurante, a sendos lados de la tienda.  Entender cuál es cuál puede resultar un poco confuso (estoy contigo), pero aquí te lo aclaro. Donde veas la terraza con mesas al exterior es el café, aquí encontrarás pan hecho en casa y desayunos. Mientras que la entrada del restaurante es un estrecho pasillo de plantas, que funciona como un umbral para dejar atrás el congestionado Polanco y llegar al espacio inspirado en una casa de campo tranquila y rústica.  El ambiente interior se transforma según avanza la luz natural, en armonía con el diseño lumínico 一a cargo de Sombra一, y el mobiliario, que hace mucho sentido junto al jardín central, donde incluso hay un árbol de nísperos.  Aquí el chef buscó una onda más casual que en Quintonil, en la que el eje conductor fuera la trazabilidad de ingredientes bajo un concepto del campo a la mesa; trabajan con productores locales de Guanajuato y Morelia, y con producto de mar de Ensenada, respetando la temporalidad de los insumos.  De las entradas, te recomiendo las flores de calabaza fritas, están rellenas de cremoso de hongos, y para aderezarlas el chutney de guayaba con unas gotas de salsa macha es una comb

Makoto
  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Japonesa
  • Polanco
  • precio 4 de 4

El chef Makoto Okuwa es japonés de nacimiento, familiarizado con las técnicas del sushi desde los 15 años. Se entrenó con Masahuru Morimoto, uno de los Iron Chef originales. En 2011 Makoto abrió la primera sede en Miami, y fiel a su herencia, logró el suficiente éxito para expandirse a Panamá en 2016. Este año llega a México y planea llegar a Brasil en 2018. Mientras que el ambiente sobrio y refinado te da una tranquilidad especial, el menú te abre los ojos a lo diverso. Con entradas frías y calientes, ensaladas, arroz, robata, nigiri, maki, y para el conocedor de gastronomía nipona, carne Wagyu o 12 sashimi de pescados importados, que con un presupuesto despreocupado te dará un verdadero deleite. Elegir qué comer es difícil, la ventaja es que nada decepciona, sobre todo si te atreves al sushi tradicional, al que debes colocar una lámina de jengibre antes de humedecer en soya. Esto despierta los aromas y los hace más agradables. Cada plato viene con 10 piezas generosas; los incuestionables son anguila y camarón. El primero de sabor muy potente y salino, bañado en salsa con más anguila, y a pesar de la intensidad, en ningún momento pierdes de vista el sabor del arroz. En el de camarón lo que destaca es la textura crocante. Entre el capitán de meseros y los chefs en turno se aseguran que las mesas tengan una buena experiencia. Lo grato es que tengamos en la CDMX otro restaurante de técnicas de alta cocina japonesa.

Publicidad
Público Comedor
  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Mexicana
  • Polanco

¿Qué pero le pones al restaurante Amaranta de Pablo Salas? Yo, nada más uno: la distancia que nos separa de aquí a Toluca. Bueno, y los precios, aunque la comida los vale pero no son para ir todos los días. Por eso me alegra tanto su nuevo proyecto, Público Comedor, en la planta baja del edificio de oficinas y de Molière 50. Diseñado por Cecilia León de la Barra, es un espacio fresco y acogedor, con mesas de madera y acentos en verde botella, que da una sensación de amplitud gracias al techo de doble altura con plantas colgantes. Es bueno que el lugar sea agradable, pero más bueno es que la comida sea sabrosa, de reconfortantes aires caseros, que tenga ecos de Amaranta —el ceviche de hongos, que aquí se transforma en tostada—, acentos mexiquenses como el chorizo, los coditos con trucha salmonada y el huarache de maíz azul martajado, y que se sirva sin oropeles, lo cual permite mantener precios accesibles: un plato fuerte está entre 65 y 110 pesos, con 35 más te dan una sopa chica del día o ensalada pequeña y quedas muy bien comido. Además hay desayunos, platos vegetarianos como el mixiote de verduras, servicio para llevar en porciones individuales y familiares, y tortas todo el día. Me cuentan que ya se fundó un culto para adorar la de pierna adobada con chipotle dulce y mayonesa de cilantro; seguramente cuando la pruebe me sumaré a sus filas. Lo que sí probé: las costillas de cerdo, que absorben la temperada acidez de la salsa verde y las verdolagas con cada fibra y cada hue

  • 4 de 5 estrellas
  • Restaurantes
  • Cafés
  • Polanco
  • precio 1 de 4

¿Suaves o duros? Los hay para todos los gustos: de chocolate, de almendras o de mantequilla. Me refiero a los crujientes biscottis recién hechos en el Caffé Biscottino, la nueva revelación de Polanco. Se esconde en un localito urban chic, como lo define su dueña Maggie Bejar, quien nos contó la historia de cómo nació la idea de este café y lo que lo hace diferente y único entre todos los que hay en la ciudad. Maggie es una fiel creyente de las buenas vibras y la energía, y asegura que no le fallaron al escoger el lugar donde quería que Caffé Biscottino abriera sus puertas. “Un presentimiento me trajo hasta aquí, vi buena energía en el lugar y pedí informes, cuando me di cuenta ya estaba firmando los papeles del contrato. Para mí era muy importante que el lugar tuviera vibra positiva, pues para tomarte un café tranquilamente, solo o acompañado, es necesario estar en un lugar agradable”, cuenta Maggie. “Grupos de amigas y amigos, gente de negocios y personas solas vienen a relajarse y platicar, para tomar un café y acompañarlo con alguno de los panes de hojaldre o muffins hechos en casa”. Todos los detalles están previamente pensados, empezando con la máquina de café italiana, La Marzzoco, fabricada a mano, por lo que hay muy pocas en el mundo. Un conocedor sabe lo que significa que esté hecho con esta máquina. El café que se hace en el Biscottino es nacional, traído de Oaxaca y Veracruz. Se trae verde y se tuesta con la ayuda del experto Salvador Benítez. Él es dueño de El Caf

Recomendado
    También te puede gustar
    También te puede gustar
    Publicidad