chlaquiles de salsa verde
Foto: Alejandra Carbajal

Dark kitchens en la CDMX

Conoce las cocinas fantasma o dark kitchens que tienen servicio a domicilio en la Ciudad de México

Andrea Vázquez
Escrito por
Andrea Vázquez
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¿Restaurantes virtuales y cocinas fantasma? Aunque parezcan términos sacados de un libro de ficción, hoy en día ya se concretaron como actividades de consumo cotidiano —especialmente después de los meses de confinamiento—. El concepto de ghost o dark kitchen refiere a aquel servicio de comida que no tiene lugar físico y únicamente opera bajo servicio a domicilio. Estas opciones que llegan a casa son ideales. 

Hicimos un recorrido (desde casa) para probar las dark kitchens que están en la Ciudad de México: comida de Asia, opciones monchosas, para desayunar y hasta postres. Encontramos que estas cocinas están redefiniendo a una industria; estamos ante una tendencia que avanza a paso firme y que se consolidará con el paso del tiempo. Además estas propuestas son innovadoras, se preocupan por el medio ambiente y por ser responsables con la sociedad que las rodea. Y, por supuesto, están delciosas. Pruébalas, viaja comiendo y deja de sentirte encerrado. 

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Dark kitchens para conocer y probar en la CDMX

  • Restaurantes

Los restaurantes de comida thai nos llevan a tierras lejanas con tan solo probar un bocado de los platillos que tienen en la carta: un clásico pad thai, curry y arroz, por mencionar algunos. Si por el momento no quieres salir de casa y prefieres acudir al servicio a domicilio, tenemos buenas noticias: PIN-TÓ Thai to Go es un proyecto de delivery exclusivo de comida tailandesa.

En Pin-Tó, la chef Somsri Raksamran (Galanga Thai House y Kiin Thai-Viet Eatery), busca mostrar un carácter creativo y positivo sobre cómo impulsar la cultura de la comida tailandesa en la CDMX durante tiempos complejos como estos.

Pintó es una palabra tailandesa para nombrar al contenedor de alimentos —como unos tuppers pero más pro y fáciles de llevar—. La propuesta de este Thai to Go es una selección de comida callejera tailandesa con productos orgánicos: de entradas hay rollos primavera rellenos con hongos shiitake y brochetas de pollo marinadas en curry; en arroces al wok y noodles encontrarás pad thai, pad kee mao (fideos planos de arroz) y una opción muy socorrida en Tailandia, el guay tiew tom yum de camarones y pork belly.

Hay curry verde y rojo para elegir, así como el famoso sticky-rice-mango o el banana roti para comer de postre. Los sólidos se acompañarán muy bien de té helado, sodas de lichi o lemnongrass, y cuentan con una selección de cervezas de Tailandia.

Ahora ya puedes visitarlos de manera física, te contamos cómo nos fue en su nueva sucursal.

IG: @pintothaimx. 55 6550 4492. Mar-sáb 1-9pm.

  • Restaurantes

En Bread Boss, una de las nuevas ghost kitchens (o dark kitchens) de la Ciudad de México, aman el pan. Y además de amarlo, lo hacen muy bien. Este proyecto especializado en sándwiches te llevará hasta tu casa todo el amor entre dos rebanadas.

Todas las mañanas se hornean las hogazas de pan inglés para los sándwiches y pan brioche para el french toast. El resultado son ejemplares frescos, suaves y llenos de sabor a mantequilla y levadura. Los sándwiches vienen con rebanadas súper gruesas, capaces de sostener al mundo que llevan dentro.

Nosotros probamos el sándwich de pastrami que va servido con queso suizo, mostaza antigua y pepinillos, todos los ingredientes tienen el sabor de producción artesanal. También probamos el chicken sandwich: pollo frito estilo Louisiana (corte grueso, jugoso por dentro, crocante por fuera, y cubierto con una generosa capa de pan molido), pepinillos y la salsa de la casa.

Hay que mencionar que el esfuerzo por llevar a nuestras casas productos frescos y de primera calidad es notable. Los insumos son buenos y comprados a productores locales, y los precios de venta son justos. Las porciones son adecuadas, pero si eres de muy buen diente, acompaña tu sándwich con unas papas —ya entrados en gastos, se vale elegir unas pizza fries o guaca fries.

Bread Boss Rappi y breadbos.mx Mar-sáb 10:30-9pm, dom 10:30-6pm. Costo promedio por persona $200

Recomendado: Cocoberry Bakery, una dark kitchen de repostería en la CDMX.

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  • Restaurantes

Para Abigail Bonilla los chilaquiles son tanto un recuerdo de los mejores momentos en la mesa que ha tenido con su familia como un platillo reconfortante, así que junto con su familia emprendió el negocio de La Cura, chilaquiles a domicilio en la CDMX.

Para armarlos a tu gusto tienen tres tipos de tortilla (amarilla, azul, coliflor), cinco salsas (verde, roja, morita, pasilla y frijol con chipotle) y ocho proteínas (desde chorizo vegano y setas hasta cochinita pibil, cecina y chuleta). Además ofrecen postres del recetario de su papá, una mezcla de crema batida con cajeta, leche condensada, el toque secreto y fruta de temporada.

Pedidos lun-jue, entregas vie-dom 8am-4pm. WP: 55 3123 8541. Solos $70, c/proteína $120, keto $150. IG: @lacurachilaquil.

  • Restaurantes

Gori Gori Ramen es de las ghost kitchens veteranas del año, proyecto creado por Sergio Su y Enrique Pacheco. Este ramen llega en empaque biodegradable de 900 ml, lo puedes pedir con cerdo, pollo, vegetales, camarón o vegano, y en adicionales tienen un flat cake de matcha (colaboración con una pastelería vecina), gori cookies (su estilo de galleta de la fortuna) y huevo nitamago.

Además tienen diferentes paquetes para pedirlo con refresco o cerveza artesanal Madrina.

 

Entregas lun-dom 2-7pm. WP: 55 1494 4667. Precios especiales por cuarentena $99-$129 + porciones extras. IG: @gorigoriramen.

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  • Restaurantes

Black's, la nueva dark kitchen especializada en hamburguesas de la CDMX, llegó a resignificar este platillo. Su propuesta son hamburguesas pequeñas, hechas en pan de carbón activado —que te ayudará a digerirla mejor— y papa que, además de verse muy cool, tienen un gran atractivo que ninguna otra hamburguesa tiene: son ligeras. Sí, es posible que te eches tu burguer sin que te sientas atascado después. 

Las hamburguesas de Black's son pequeñitas —con hambre te echas unas tres, fácil— y la carne va aplanadita y súper dorada. Hay que decir que la carne es de muy buena calidad —wagyu orgánico, para ser precisos—, y se nota desde la primera mordida. Además vienen con lechuga y jitomate hidropónicos, ¡pura frescura! 

El resultado son hamburguesitas (a.k.a. sliders) muy ligeras. Por lo mismo, me parece importante precisar que si prefieres tus hamburguesas enormes y con muchos ingredientes, posiblemente Black's no es para ti. Pero si quieres satisfacer tu antojo sin padecer el letargo de haber comido demasiado, esta opción es pura garantía.

Además de las hamburguesas, en Black's tienen, por supuesto, papas a la francesa. Son de corte grueso y van espolvoreadas con lemon pepper; la porción también es pequeña, para que te las eches sin culpa. Y como sí te va a quedar espacio para el postre, pídete una galleta: la masa es de vainilla y viene con pedacitos de tocino y chocolate. 

Por si fuera poco, estas sliders le irán súper bien a tu feed de Instagram. El color del pan, y que es consecuencia del uso del carbón activado, hará que tus fotos queden increíbles. 

Pídelas por Uber Eats y Rappi. $150 por persona 

  • Restaurantes
  • precio 2 de 4

La palabra “homie” se usa en el argot urbano estadounidense, especialmente en las comunidades latinas y chicanas. Su significado es fraternal: amigo, hermano o compa, pues. Y qué bonito que esa fraternidad ahora llegue a tu casa en forma de una –perdonen los adjetivos, pero son consecuencia de la emoción- deliciosa, guapísima y súper sensual pizza.

Homie Pizza es una dark kitchen nacida en la pandemia, y desde que llegaron buscaron hacernos sentir comunidad y pertenencia: hicieron un concurso para elegir el logo y hasta se armaron un giveaway para darle a un afortunadísimo ganador un año de pizza gratis.

Desde que pides tu pizza sí te sientes como si hablaras con tus compas: “¿cómo estás, homie?” o “tu pizza va en camino, homie”. Esa calidez y buen trato —súper profesional a la vez— se agradece. Además del concepto, urbano y cool, hay que hablar de las pizzas. ¡Y qué pizzas!

Hay para todos los gustos: las vegetarianas, las de quesos o las súper carnívoras. Yo probé la 4:20; salami, polvo de chiles, miel mantequilla y su salsita pomodoro ($193). También le entré a la Notoriuos P.I.G que tiene tocino ahumado, queso gorgonzola, chile cuaresmeño, limón eureka en conserva, mozzarella y salsa pomodoro ($210). Pero, ¿qué creen? ¡eso no es todo!, cada pizza viene acompañada de dos salsas para que le pongas a tu gusto, una de chilitos en vinagre y la otra macha.

¿El resultado? Im-pre-sio-nan-te. Las pizzas solitas son espectaculares: balanceadas, con la cantidad justa de ingredientes (suficientes para hacerla juguetona y variada, pero no tantos o tan atascados en sabores como para que termines saturado de la panza o el paladar). Pero las salsas les dan el toque justo de picante a las creaciones de Homie Pizza.

Puedes pedir con tus pizzas una horchata de cacahuate hecha en casa, que es una delicia, o una cerveza Espantapájaros.

Cada pizza viene con un código QR para que lo escanees y encuentres la playlist —hecha por los homies— que va con la pizza que pediste. Para la Notorious P.I.G. mandaron la lista “Primero las homies”, puro girlpower rapero y hiphopero; una delicia escucharla. Y para la 4:20 —no esperaba otra cosa— ocho horas de rap, trap, hip hop y más.

Da gusto y da vida saber que nacen proyectos como Homie Pizza, que trascienden las fronteras del mero delivery para hacerte parte de una experiencia total y, de paso, mucho más cool.

Hommie Pizza. WhatsApp 55 3439 4566.

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  • Restaurantes
  • precio 2 de 4

El pollo frito llegó para quedarse. Y en Corazón de Pollo ya sabían este plato calienta hasta al frío corazón de tu ex, por eso tenían su local en la Nápoles en donde hacían pollo rostizado pero que ahora llega a nuestras casas en forma de pollo frito, gracias a que el proyecto se transformó en una dark kitchen.

La propuesta de Corazón de Pollo es sencilla: tiras de pollo y un par de sándwiches. ¿El diferenciador? Una deliciosa salsa ranch y un empanizado que hará que cualquier abuela gringa levante la ceja con envidia. Es crujiente, grueso, bien sazonado y está doradito a la perfección.

Y este gran descubrimiento del sur de los Estados Unidos te lo pueden mandar en sándwich, en tiritas o encima de unos quesosísimos mac & cheese. Nosotros probamos las tiritas, que sí o sí tienes que pedir para que pruebes el pollo solo con su empanizado y porque vienen con unas papas a la francesa igual de ricas —se nota que en Corazón de Pollo le saben a la fritura profunda—.

También nos echamos el ranch chicken sandwich que va sobre un pan brioche —muy suave y hace un juego de texturas muy rico con lo crispy del pollo—, y se sirve con lechuga, aderezo ranch, pepino y el gringuísimo queso Monterrey Jack. Aunque también puedes pedir el chicken sándwich, que se sirve con coleslaw, pepinillos y va con un aderezo a elegir (y puedes pedir el ranch, ¡yei!). Por supuesto, con todo y las papas a la francesa.

De guarnición, pedimos el imprescindible puré de papas que venía con una porción generosa y calientita de gravy. Muy rico y un gran acompañamiento para el pollo; debes de saber que este puré es súper terso y un poco más, digamos, aguadito que otros que has probado; necesitarás una cuchara para comértelo, pero eso lo hace ideal para chopear tus tiritas de pollo (tip ganador).

No te pierdas esta propuesta que tiene el componente monchoso para compartir con tus amigos o familia los fines de semana, pero también la accesibilidad de precio para uno de esos días del home office en los que no tenemos ganas de cocinar. Y larga vida a este platillo, indispensable en el comfort food de nuestros vecinos del norte.

IG: @corazondepollo_mx

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  • Restaurantes
  • precio 2 de 4

¿Sabes qué significa Basa Basa? Como que suena italiano, pero no. En realidad, no significa nada más que eso: italiano, pero no. Y ese es el concepto de esta nueva dark kitchen de pizzas, Basa Basa.

La vida de las personas a las que nos gusta mucho comer rico, creo yo, se divide en varias etapas: primero, descubres que algo te encanta, y aprendes a disfrutarlo sin prisas y sin penas; lo que te importa es comer eso, y que te sepa rico. Con el paso del tiempo empiezas a escuchar a personas que son mayores que tú o se precian de saber más que tú; ellos se la pasan diciéndonos cómo “se debe de comer” algo, o cómo se “debe de beber” algo.

Por ejemplo: que un buen corte de carne sea término medio, que una buena pasta vaya cocida al dente, que el sushi en Japón no va con aguacate ni chiles toreados. Eso pasa hasta con la pizza. Quizá en la infancia o pubertad nos encantaba ponerle muchas salsas (seguro le ponías hasta cátsup, no te hagas). Pero luego llegó algún sabelotodo y nos dijo: “la buena pizza se come sola”. Y así, en esta segunda etapa, de tajo, nos quitan el gusto.

Lo bueno es que llegó Basa Basa y con ella, la tercera etapa: la de liberación, cuando solo te importa comer lo que te guste, y no la opinión de los que dicen sabérselas de todas todas. Aquí se reivindica nuestra forma favorita de comer pizzas, aunque no se lo queríamos decir a nadie: con salsas. Cada pizza va con una porción de salsa para que le pongas a tu gusto, y ¿sabes qué?, se vale, sabe rico y está bien. Por eso el concepto: italiano, pero no; o también: la pizza, como tú la quieras, sin formalismos y si tener que quedar bien con nadie.

En Basa Basa la pizza es de masa delgadita y con la orilla gruesa; su confección artesanal y cuidadosa se nota. Pero aquí, a diferencia de muchos lugares que enaltecen la pizza napolitana tradicional, lo que les interesa es tener toppings ricos. Un ejemplo es la Malverde, una pizza vegetariana pero que no por ello sacrifica el sabor. Va con salsa de pesto y lleva alcachofa, aceituna, alcaparra y menta. Aparte, te mandan una salsa macha de las que pican.

Otra de las grandes favoritas es la FunGuy (que casi se puede leer como fungi), una pizza de queso provolone ahumado, hongos encurtidos (¡deliciosos!) y, también, salsa macha aparte.

Pero la dueña de mis quincenas y de mi corazón, fue y será la HotBoi, una súper rica mezcla de pepperoni, rodajitas de chile serrano fritas y, aparte, una miel de chile habanero (que los dioses me la guarden) hecha con miel de Yucatán y chile habanero. Lo que es delicioso de esta salsa es que el chile viene casi completo, entonces puedes solamente ponerle miel a tu rebanada de pizza y disfrutar del saborcito del chile o, mi recomendación personal, cortar un poco de habanero y ponerlo sobre tu pizza junto con la miel. Sin exagerar, una de las enchiladas más ricas que me he puesto en la vida.

También hay pizzas para el postre; prueba La Tibush, que tiene base de Nutella, queso fontina, frutitas rojas y, lo mejor: Kinder Bueno.

Basa Basa es otro de los proyectos que confirman que ya estamos cansados de comer con el meñique extendido; más bien queremos disfrutar de lo que está en nuestra mesa, ponerle chile, limón y salsas sin sentir que nos ven feo. La fórmula es sencilla, pero estuvimos privados de ella por mucho tiempo: para comer rico, hay que estar a gusto. Creo que el slogan de Basa Basa describe estas pizzas mucho mejor que yo: hot, delicious and sexy.

Pídelas por Rappi o Uber Eats. IG: @basabasapizza

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